Todos los años la misma historia

En conmemoración del Día del Bibliotecario y la Bibliotecaria, la colega Gabriela Rodríguez nos invita a reflexionar sobre la historia de esta fecha tan importante para nuestra profesión. A través de su mirada personal, nos recuerda los logros alcanzados, las luchas por el reconocimiento del asueto para lxs profesionales, y la importancia de mantenernos unidos en la defensa de nuestros derechos. Esta nota no solo celebra nuestra labor, sino que también nos inspira a seguir valorando y disfrutando de este camino que elegimos con pasión.

¿Qué pasa el 13 de septiembre?

El 13 de septiembre de 1954 [durante la presidencia de Juan Domingo Perón], mediante el Decreto N.° 17.650/54, se instituyó a nivel nacional el Día del Bibliotecario, en homenaje a todos los bibliotecarios y bibliotecas del país. Se recuerda en esa fecha la creación de la Biblioteca Pública de Buenos Aires, tras la resolución de la Primera Junta de Gobierno en 1810, con el propósito de atender a los jóvenes de la época, muchos de los cuales habían abandonado sus estudios para ir a la guerra contra los ingleses.

Para argumentar cada postura, es importante conocer los acontecimientos que llevaron a modificar a quienes se beneficiaban con el asueto vinculado a esta fecha.

En la década de los 80, se aprobó el Decreto N.º 5.284/89, que estableció el “Día del Bibliotecario” en la provincia de Buenos Aires. Este decreto, promulgado en 1989 a instancias del antiguo Colegio de Bibliotecarios de la Provincia, otorgaba asueto a todo el personal técnico, administrativo y docente que trabajaba en bibliotecas.. Eso significa un asueto aparte del 11 de septiembre, día del maestro a nivel nacional.

Pero, como siempre, hubo quienes quisieron meter la cuchara en la sopa que no podían comer, y decidieron reformar este decreto, que había estado vigente durante tantos años, generando confusiones y complicaciones insólitas.

En 2016, durante el gobierno de Macri y con la gobernación a cargo de María Eugenia Vidal, la diputada Rocío Giaccone presentó un texto de ley que, en su Artículo 1, exceptuaba del asueto a los bibliotecarios escolares. Esta Ley Provincial N.º 14.820/16, significaba que el asueto aplicaba para todos, menos para los bibliotecarios escolares. Un acto totalmente discriminatorio.

Finalmente, en 2019, con el cambio de gobierno y la gobernación a cargo de Axel Kicillof, se derogó el Artículo 1 de la ley de 2016, restableciendo el decreto original tal como fue redactado en 1989 por el gobernador Antonio Cafiero. El Artículo 1 de la Ley 15.148/19 establece: “Otórgase asueto el día 13 de septiembre de cada año, ‘Día del Bibliotecario’, al personal técnico, docente y administrativo que se desempeñe en bibliotecas». Así, se nos devolvió el asueto del 13 de septiembre. Ahora, los bibliotecarios escolares, al igual que nuestros colegas de otras instituciones y dependencias de la provincia de Buenos Aires, tenemos el derecho al asueto.

La mirada de los demás docentes de la comunidad escolar no debería centrarse en menoscabar los logros obtenidos por los bibliotecarios, sino, por el contrario, procurar otros beneficios para la comunidad educativa, en pos de la mejora del sistema educativo, elevando el nivel de la educación.

Las cosas se logran con lucha, unión y trabajo en equipo. Así como en los años ’80 un grupo de colegas se unió y luchó para conseguir ese decreto, nosotros, los que estamos ahora, tenemos la responsabilidad de valorarlo, sostenerlo, difundirlo y disfrutarlo. Disfrutemos de este día, que fue una conquista lograda con mucho esfuerzo, en una época en que todo se hacía en papel y cara a cara, pidiendo audiencias, esperando a ser atendidos y deseando que lo presentado fuese aprobado.

Los bibliotecarios solemos ser (como sostiene SiTBA desde el inicio) la minoría en las instituciones, muchas veces pasamos el día solos. Por eso debemos estar más unidos que nunca, apoyarnos y defendernos entre nosotros. Si no lo hacemos, ¿quién lo hará?

El placer y las grandes satisfacciones que nos deja esta profesión son maravillosos, porque no hay nada más extraordinario que el amor a la cultura y a los libros. Como dijo Burrhus Skinner: “Mucho más importante que recomendar libros es fomentar el amor por la lectura.”

Prof. Gabriela Beatriz Rodríguez – La Plata, Buenos Aires, Argentina
Bibliotecaria – 13/09/24

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