Sin voz ni voto: el decreto 345/2025 borra la representación federal de la CONABIP

El decreto 345/2025 representa un cambio radical en la estructura de la Comisión Nacional Protectora de Bibliotecas Populares (CONABIP). Con la eliminación de sus órganos representativos y la desnaturalización de la Junta Representativa de Bibliotecas Populares, la medida vacía de contenido federal la participación política y administrativa en el organismo que históricamente defendió y promovió las bibliotecas populares en todo el país.

La CONABIP, un organismo federal

Desde su creación en 1870, la CONABIP ha sido el principal organismo estatal dedicado a proteger y fomentar las bibliotecas populares en Argentina. Su estructura reflejaba una representación genuinamente federal, con un presidente, secretario y vocales que  representaban a diferentes provincias, y con una Junta Representativa integrada por 48 miembros ad honorem. Una mitad representaba a las  federaciones de bibliotecas populares de cada provincia y la otra mitad era elegida por los gobiernos provinciales (sus directores de cultura o directores de bibliotecas o autoridades equivalentes de cada provincia). Esta Junta asesoraba y participaba activamente en la formulación de políticas y distribución de recursos.

Esta arquitectura garantizaba que la voz de las bibliotecas de las provincias —que muchas veces enfrentan condiciones muy diferentes a las de las grandes ciudades— fuera escuchada, y que las decisiones se tomaran con criterios descentralizados y equitativos.

Lo que el decreto elimina y reemplaza

El decreto 345/2025 modifica la composición, funciones y elección de la Comisión y la Junta Representativa. En lugar de estos órganos con representación federal, se establece un Consejo Asesor ad honorem, integrado por hasta cinco personalidades del quehacer bibliotecario y cultural, designadas directamente por el Secretario de Cultura de la Presidencia de la Nación.

Este Consejo Asesor no tiene facultades vinculantes ni participación en decisiones clave como la administración del Fondo Especial, la elaboración de políticas públicas o la asignación de subsidios. En la práctica, es un órgano consultivo con funciones meramente simbólicas y sin mecanismos claros para garantizar la diversidad regional ni la representación efectiva. La ley 23.351 y su decreto reglamentario garantizaban la rotación regional de los vocales de la Junta.

Un retroceso en la democracia institucional

La modificación de la Junta Representativa y la Comisión con representación federal es un retroceso severo para la democracia institucional dentro del sistema de bibliotecas populares. Significa que:

  • Las provincias pierden su voz directa en las decisiones que impactan a sus bibliotecas.
  • Las organizaciones bibliotecarias locales quedan sin representación formal en el diseño de políticas o en la supervisión del uso de los fondos.
  • La decisión de quién participa en el órgano asesor queda a discreción del funcionario de turno, sin criterios claros ni períodos definidos.

En suma, se desplaza el poder desde las bases, donde se encuentran las bibliotecas populares y sus comunidades, hacia una concentración en Buenos Aires, bajo la dependencia directa de la Secretaría de Cultura.

Consecuencias para la representación provincial

Las bibliotecas populares funcionan en contextos muy diversos, con desafíos particulares en zonas rurales, fronterizas o con poblaciones originarias. La representación federal en la CONABIP era clave para:

  • Identificar y canalizar esas demandas regionales.
  • Ajustar las políticas y subsidios a realidades específicas.
  • Fortalecer redes provinciales y garantizar la equidad territorial.

Al eliminar esta estructura, el decreto homogeniza las decisiones, sin tomar en cuenta las desigualdades existentes, y aumenta el riesgo de que solo se atiendan los intereses y necesidades de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y las grandes ciudades.

La afectación al federalismo cultural

Más allá de la CONABIP, esta medida es un ataque directo al federalismo cultural argentino. La cultura es una construcción plural que necesita reflejar la diversidad de nuestro territorio, no un modelo centralista impuesto desde la capital.

Con este decreto, se consolida una lógica donde los recursos, decisiones y nombramientos se concentran en un pequeño grupo sin obligación de consultar ni incluir a las provincias. Esto debilita la autonomía cultural regional, esencial para la identidad y el desarrollo comunitario.

¿Qué significa para las bibliotecas populares?

  • Sin representación federal, las bibliotecas de las provincias pueden quedar invisibilizadas en las políticas nacionales.
  • El acceso a subsidios, programas y capacitaciones puede volverse más irregular, dependiendo de la agenda de la Secretaría de Cultura.
  • Las voces locales pierden espacio para influir en las prioridades, debilitando la participación comunitaria.

En definitiva, se socava uno de los principales pilares que permitieron durante décadas la expansión y consolidación de las bibliotecas populares argentinas.

Conclusión

El decreto 345/2025 no solo modifica un organismo: desmonta la representación federal que garantizaba participación, equidad y autonomía en la CONABIP. Esta centralización representa un grave retroceso para las bibliotecas populares y el federalismo cultural en Argentina, y es una señal clara de que la defensa de nuestras instituciones y comunidades debe ser una tarea colectiva y urgente.

Mantengamos en algo nuestra voz en defensa de la CONABIP como resistencia al poder que intenta aniquilar las organizaciones populares que garantizan derechos.

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