Hoy, desde el Sindicato de Trabajadorxs Bibliotecarixs de Argentina, rendimos homenaje al Papa Francisco en el día de su partida. Su vida, su palabra y sus gestos nos inspiran a reflexionar sobre el valor profundo de la memoria colectiva, del acceso al conocimiento y del compromiso ineludible con la justicia.
Francisco fue un incansable defensor de la palabra como herramienta de transformación, diálogo y encuentro. A lo largo de su pontificado, puso en el centro la necesidad de que todas las personas, sin distinción, pudieran acceder a la educación, a la cultura y a los bienes simbólicos de la humanidad. Como trabajadorxs de bibliotecas, reconocemos en esa mirada una afinidad esencial: la convicción de que el conocimiento no debe ser privilegio de unos pocos, sino derecho de todxs.
Su impulso para la apertura de archivos reservados del Vaticano, particularmente aquellos referidos a períodos oscuros de la historia latinoamericana, reafirma que la memoria no es un simple ejercicio de nostalgia, sino un acto de justicia. «Sin memoria no hay esperanza», señaló en numerosas ocasiones. Y es en esa afirmación donde encontramos el puente entre su legado y nuestra tarea diaria: conservar, organizar y poner a disposición la palabra escrita, los testimonios, los relatos que sostienen la dignidad de los pueblos. Hoy, en homenaje a Francisco, reafirmamos nuestro compromiso con las bibliotecas como espacios de acceso, de resguardo de la memoria y de construcción de verdad.