El juicio que llega tarde

Justicia por María de los Ángeles Paris: cuando la violencia viene del Estado

Hace ya ocho años y medio que truncaron la vida de la bibliotecaria María de los Ángeles Paris en la comisaría 10ª de barrio Alberdi, de Rosario (Santa Fe).

Ocho años y medio de dolor para la familia, dos autopsias, múltiples irregularidades y demasiadas preguntas sin respuesta.

El juicio inicia este lunes 17 de noviembre a las 8 de la mañana, ante el tribunal compuesto por los jueces Rafael Coria, Florentino Malaponte y Trinidad Chiabrera.

María de los Ángeles Paris

En 2017, María de los Ángeles  tenía 46 años y era madre de una niña. Trabajaba como bibliotecaria en el Complejo Educativo Gurruchaga y en la Escuela Técnica Nº 464 (ex Técnica 2). En ambas instituciones la recuerdan con mucho cariño y dolor. La biblioteca de la escuela primaria lleva su nombre desde 2019. 

El 3 de mayo de 2017,  pasadas las 21 horas, María de los Ángeles entró a la seccional de zona norte pidiendo ayuda porque le habían querido robar. Salió de la dependencia con nerviosismo, y los policías la trasladaron nuevamente a la comisaría. Allí murió esposada con signos de golpes en el cuerpo.

En un  primer momento, se intentó adjudicar su muerte a un episodio de salud mental –como siempre, culpabilizando a la víctima-, pero esa versión fue desmentida tras la segunda autopsia.

Esa autopsia fue solicitada por la querella, se constataron fuertes lesiones, e incluso, ante las sospechas de la familia sobre la actuación de los médicos forenses, la Gendarmería debió custodiar el cuerpo de Paris durante unos meses en la morgue.

Revictimizar a la víctima y a su familia

No conformes con culpar a la víctima de padecer problemas psiquiátricos para justificar su actitud en la comisaría y su muerte, en los partes oficiales se dejó asentado que “la mujer escapó a la carrera de la comisaría visiblemente alterada” por lo que “un par de agentes salieron a buscarla y bajo la presencia de testigos la detuvieron por el estado de alteración que sufría”. 

La llevaron nuevamente a la seccional, no a un hospital.

Paris dio un número telefónico para contactar a su familia y entonces los policías, siempre según los partes oportunamente emitidos por la policía y la Fiscalía, hablaron con un familiar con quien “acordaron trasladar a la mujer a su domicilio”.

Pero María de los Ángeles apareció esposada y muerta dentro de la comisaría.

Para sumar más dolor, al cumplirse un año del hecho, en mayo de 2018 se difundieron imágenes de la cámara del hall de la comisaría donde se veía a Paris ingresar varias veces, ser atendida por una policía, y luego su traslado por la fuerza antes de su muerte.

También se conocieron públicamente imágenes sensibles con lesiones en diversas partes de su cuerpo que forman parte del expediente judicial.

Erika Paris en 2022 – Foto Cristian Maio – Sin Cerco

Su hija, Érika Salazar, aseguró  en una entrevista al cumplirse el quinto aniversario del hecho: “Mi familia y yo vimos fotos de mi mamá tendida en el piso de la comisaría, y se veían los golpes en su cuerpo. Fueron las agresiones físicas que le hicieron los policías esa noche. Solicitamos una segunda autopsia y se pudieron constatar”.

Por su parte, el hermano de la bibliotecaria fallecida, Guillermo Paris, calificó de «aterrador» que esas imágenes se hayan difundido públicamente, ya que pertenecían al expediente y no fueron divulgadas por la familia. Desde un principio, la familia sostuvo que María de los Ángeles había sido brutalmente golpeada y que ese fue el motivo de su muerte.

En este largo camino de reclamo, su hija Érka participó en 2019 de una conferencia en el ISET 18 de Rosario, institución donde su madre estudió Bibliotecología. Tras la charla y el debate, quienes participaron se dirigieron a la Biblioteca del instituto y colocaron una placa recordatoria en su honor, gesto colectivo que reafirmó la memoria activa de la comunidad educativa.

Los imputados

Son cinco los acusados. Dos de ellos, el comisario Silvio Adrián Cortes y la suboficial Susana Beatriz Domínguez serán juzgados por homicidio preterintencional, es decir, que tuvieron intención de agredirla y el desenlace fue fatal.

En tanto que los agentes que se encontraban junto a ellos en la comisaría, Damián Enrique Zalazar, Silvina Paola Gianotti y Andrea Guadalupe Allovatti, serán juzgados por incumplimiento de deberes de funcionario público.

Femicidios: ser mujer hoy, en Argentina

El caso de María de los Ángeles es un femicidio institucional, pero la violencia de género en nuestro país atraviesa también los ámbitos familiar, comunitario y laboral.

La gestión nacional eliminó cuatro programas que trabajaban directamente contra la violencia de género, como el Programa de Apoyo Urgente ante violencias extremas y los Dispositivos Territoriales de Protección Integral.

La Línea 144 sufrió una reducción presupuestaria del 64% en 2024, y el Programa Acompañar, del 90%, afectando la asistencia a víctimas de violencia.

ONU Mujeres ha advertido sobre el debilitamiento de la institucionalidad de género en Argentina, lo que contradice acuerdos regionales sobre igualdad de género.

Cuando la impotencia se vuelve lucha

Ocho años y medio esperando justicia. 

Soportando calumnias, maltrato e irregularidades a cielo abierto.

Reclamando justicia por María de los Ángeles Paris y por todas las víctimas de un sistema que no investiga a los culpables, los encubre.

Frente a la impunidad, la organización y la solidaridad son la única garantía de acompañamiento real.

Porque la justicia se conquista colectivamente, sosteniendo la memoria de quienes ya no están y exigiendo que el Estado asuma su responsabilidad. Desde el Sindicato de Trabajadorxs Bibliotecarixs de Argentina reafirmamos la necesidad de seguir organizadas, visibilizando, acompañando y reclamando justicia por María de los Ángeles y por cada mujer, bibliotecaria y trabajadora, que sufre violencia institucional o de género en nuestro país.

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