Mujeres bibliotecarias: la lucha por un lugar

En el marco del 8 de marzo, Día de la Mujer Trabajadora, compartimos el testimonio desde Tucumán de nuestra colega Fátima que refleja las dificultades para acceder y mantenerse en el ejercicio profesional en un sistema que aún no garantiza condiciones justas para quienes nos formamos en esta área. En el corazón del norte argentino, Tucumán es tierra de resistencia y trabajo, donde las bibliotecarias enfrentan grandes desafíos para ejercer la profesión y ser reconocidas. A través de su recorrido laboral, su compromiso con la formación y la lucha por el reconocimiento profesional, este relato visibiliza una realidad que es urgente transformar. Porque ser bibliotecaria es ser trabajadora, y el acceso a condiciones dignas de empleo es un derecho que seguimos reivindicando.

Mi historia es la de una mujer trabajadora

Mi historia es la de una mujer trabajadora que se ha esforzado por formarse y desarrollar sus habilidades en el área de la bibliotecología. Sin embargo, a pesar de mi dedicación y esfuerzo, he encontrado una gran dificultad para encontrar trabajo en mi área.

A lo largo del tiempo, hemos presentado expedientes solicitando la incorporación de nuestro título en nuevos padrones, diferenciándolo de otras titulaciones, ya que es específico para el cargo al que aspiramos. La carrera, aprobada por el Ministerio de Educación de nuestra provincia (Resolución Ministerial N° 423/05 del 2014), se dicta en el Instituto Superior de Educación Tecnológica (ISET). A pesar de ello, los cargos de bibliotecario continúan siendo tomados por docentes no especializados en el área, designados por enfermedad pasiva.

La falta de oportunidades laborales en la bibliotecología me ha obligado a buscar trabajo en otros sectores, siempre con la esperanza de encontrar un lugar donde pueda aplicar mis habilidades y conocimientos. Hoy trabajo como comerciante autónoma y secretaria (entre otros roles), siempre buscando integrarme al universo del trabajo formal. Sin embargo, mi pasión y mi vocación sigue siendo la bibliotecología, y espero que algún día pueda encontrar un lugar donde trabajar en lo que realmente me apasiona.

Soy una profesional apasionada y comprometida con el desarrollo económico, social y cultural de nuestra provincia y ciudad natal, Tucumán. Como comerciante, he adquirido una amplia experiencia en el sector privado, especialmente como agricultura (MERCOFRUT), trabajando en la gestión política y administración de empresas, así como en la promoción y comercialización de productos y servicios.

Además, me incorporé al Foro de Mujeres del Mercosur y Derechos Humanos, una organización que se dedica a la CULTURA GENERAL promoviendo la igualdad de género, la justicia social y los derechos humanos en nuestra provincia. Dentro de esta iniciativa, participo en talleres culturales y cursos en diversas áreas, como primeros auxilios, RCP, electricidad y matemáticas entre otros.

A lo largo de mi trayectoria, he desarrollado habilidades y competencias en áreas como:

* Trabajo temporario 

* Comercio 

* Marketing e investigación 

* Empleada en Panadería 

* Empleada del proveedor en el Plan «Política social»

* Restaurante

* Política y ética 

* Gestión y administración de empresas

* Comercialización y promoción de productos y servicios

* Liderazgo y trabajo en equipo

* Comunicación efectiva y negociación

Mi experiencia me ha permitido construir una visión integral y estratégica sobre los desafíos y oportunidades que enfrentamos en nuestra comunidad. Estoy comprometida con el desarrollo sostenible, la igualdad de género y los derechos humanos.

En ese camino, fue que me crucé con SiTBA, a quienes quiero expresar mi más sincero agradecimiento por brindarme la oportunidad de sumarme como vocal de la provincia de Tucumán el 23 de Mayo de 2022. Me siento honrada y comprometida con la misión y los objetivos del gremio. Agradezco la confianza que han depositado en mí toda la comisión directiva, en especial a Norma Cancino por su confianza y apoyo.

¡Muchas gracias!

Fátima Temise


El testimonio de Fátima no es un caso aislado. Es el reflejo de una realidad que atraviesa a muchxs bibliotecarixs en nuestro país, especialmente a las mujeres y diversidades, que enfrentan mayores obstáculos para acceder y mantenerse en el ejercicio profesional dentro de un sistema que no siempre garantiza condiciones justas. Sin embargo, su experiencia también demuestra la capacidad de reinvención, la resiliencia y el valor del conocimiento bibliotecológico más allá de los espacios tradicionales. Su formación le permitirá adaptarse, expandir sus habilidades y aplicar su experiencia en distintos ámbitos, sin dejar de lado su identidad profesional.

Desde SiTBA, creemos que la organización sindical es la clave para transformar esta realidad. Somos la oportunidad de encontrarnos, de construir colectivamente una representación realmente federal, donde podamos defender nuestros derechos laborales y garantizar que todxs lxs bibliotecarixs podamos acceder a los espacios para los que nos formamos. Apostamos a una profesión libre de amiguismos y apadrinamientos, donde el reconocimiento de nuestro trabajo y saberes sea la base para ocupar los lugares que nos corresponden, en beneficio de nuestras comunidades, que tanto nos necesitan.

Porque ser bibliotecaria es ser trabajadora, y el derecho a un empleo digno no se negocia.

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