En el universo silencioso de las bibliotecas, donde el aroma a papel antiguo se mezcla con el murmullo de las consultas, hay una batalla constante que se libra lejos de los ojos del lector: la preservación de nuestro patrimonio documental. No se trata solo de mantener libros y documentos en estanterías; es un esfuerzo activo y continuo por garantizar que cada página sobreviva al tiempo, las condiciones ambientales y el uso diario.
Hoy, en el marco del Día Internacional del Conservador y Restaurador, reflexionamos sobre la importancia de quienes enfocan sus esfuerzos en la conservación del patrimonio bibliográfico y su relación esencial con los bibliotecarios y bibliotecarias. Más allá de preservar objetos, este trabajo protege la memoria colectiva y la interdisciplinariedad es un pilar fundamental para enfrentar los desafíos que atraviesan nuestras bibliotecas en un contexto social, económico y laboral adverso.
Patrimonializar: más allá de conservar
Patrimonializar es más que un término de moda: es un acto de resistencia cultural. Incluye también poner en valor los bienes documentales que conforman el acervo de una biblioteca con tareas como:
- Conservación preventiva: monitorear las condiciones ambientales, la iluminación, la humedad y el manejo adecuado de los materiales.
- Restauración: intervenciones más profundas y técnicas que devuelven estabilidad física a documentos deteriorados.
- Digitalización: crear copias digitales de documentos valiosos para asegurar su acceso y proteger los originales.
- Catalogación y difusión: garantizar que las colecciones sean accesibles para el público, destacando su relevancia histórica y cultural.
Estas acciones son el resultado de un trabajo conjunto entre conservadorxs y bibliotecarixs, quienes aportan perspectivas complementarias para proteger y revitalizar las colecciones.
Una alianza para proteger el patrimonio
El papel de cada libro es un organismo vivo que requiere cuidado constante. Mientras el bibliotecario/a identifica y describe el valor cultural y funcional de cada obra, el conservado/ar aporta técnicas específicas y conocimientos científicos para enfrentar amenazas como el deterioro físico o las infestaciones, garantizando así su preservación a largo plazo.
En bibliotecas con recursos limitados, lxs bibliotecarixs también adquireen nociones básicas de conservación, como el manejo adecuado de materiales frágiles y la detección temprana de daños.
Norma Wionczak, colega bibliotecaria de Misiones e integrante de SiTBA, ha elaborado un folleto titulado “Control de insectos en bibliotecas, archivos y/o museos». Este material ofrece instrucciones prácticas para enfrentar una problemática común. En un contexto de precarización laboral no siempre es posible contar con especialistas en el equipo de trabajo.
El contexto actual: una amenaza para el patrimonio
No podemos hablar de conservación sin reconocer los desafíos que enfrentamos. En Argentina, el despido de equipos completos en bibliotecas, museos y archivos no solo afecta a los trabajadores, sino también pone en peligro las colecciones. Cada cierre, cada recorte presupuestario, es una pérdida doble: de conocimiento acumulado y de los especialistas que lo protegen.
Las bibliotecas no son solo espacios de acceso a la información; son también testigos de nuestra historia. Si no se garantiza la estabilidad laboral de quienes trabajan en ellas, también se incumple con la legislación vigente que protege nuestro patrimonio. Es responsabilidad del Estado y de las organizaciones cumplir con estas normativas y reconocer el valor de estos espacios.
Tu rol en la conservación
Como profesional, puedes tomar medidas concretas para aportar a la conservación del patrimonio:
- Capacitación continua: Aprovecha recursos como el que hoy te ofrecemos.
- Difusión: Conversa con colegas y usuarios sobre la importancia de proteger las colecciones.
- Colaboración: Busca redes con conservadorxs u otras instituciones para compartir conocimientos.
- Buenas prácticas: Promueve el manejo adecuado de documentos entre usuarios y compañerxs de trabajo.
Descargá el folleto práctico
Te invitamos a descargar el folleto «Control de insectos en bibliotecas, archivos y/o museos», escrito por Norma Wionczak. Este recurso ofrece consejos prácticos para proteger el patrimonio documental frente a una de las amenazas más comunes.
En este Día Internacional del Conservador y Restaurador, reafirmemos nuestro compromiso con la memoria colectiva y la resistencia frente a los ataques camuflados de desfinanciamiento, despidos y destrucción de archivos y documentos que forman parte de nuestra historia. Particularmente los relacionados a espacios de memoria, que son fundamentales al momento de juicios por actos de lesa humanidad, recuperación de identidades de personas apropiadas o criadas con una identidad falsa.
En la labor de lxs restauradorxs y conservadorxs nuestra historia resurge para que NO olvidemos. Protegiendo nuestro pasado, construimos un futuro más fuerte.