Lamentablemente, cada día el gobierno de Milei nos sorprende con nuevos anuncios de cierre de organismos públicos: hospitales especializados, trenes o museos nacionales.
Nos alarma escuchar el nombre del Hospital Nacional en Red Lic. Laura Bonaparte, especializado en salud mental, mientras agonizan el Hospital de Pediatría Garrahan y el Posadas, ambos de alta complejidad.
Por el lado de la cultura, también se suman a los cierres el Museo Nacional Ferroviario «Raúl Scalabrini Ortiz», el Archivo General Ferroviario y el Museo Nacional de la Historia del Traje. Cada uno de estos espacios cuenta con bibliotecas especializadas que prestan servicios dirigidos a sus comunidades, que ahora corren el riesgo de perderse.
Un ejemplo de ello es la Biblioteca «Mirta Clara», un proyecto del Hospital Nacional en Red Lic. Laura Bonaparte, que funciona en el Centro Cultural Laura Bonaparte. Esta biblioteca integra a la comunidad como un espacio de participación cultural, para usuarios del sistema de salud y la comunidad en general. Alberga una bibliografía específica para cubrir las necesidades de pacientes y profesionales pero también literatura de ficción y no ficción. Podés conocer sus servicios en esta entrevista de Traficantes del Saber.
¿Quién mide el valor real de estos servicios?
¿Quién evalúa el poder de llegada y el aporte en la sanación de pacientes desorientados?
¿Quien reconoce el valor de la contención y el apoyo que estos servicios ofrecen?
Unirnos en defensa del trabajo y el patrimonio cultural
Si el único valor que se considera es el financiero, corren riesgo de desaparecer las instituciones más añejas que forjaron esta sociedad: clubes de barrio, salitas sanitarias, bibliotecas populares y tantas más…
Desde el Sindicato de Trabajadorxs Bibliotecarixs de Argentina (Sitba), repudiamos estas medidas que no solo atentan contra el patrimonio cultural y social, sino que también afectan directamente al derecho primario al trabajo. El cierre de estos espacios públicos implica la pérdida de puestos de trabajo para cientos de profesionales, desde técnicos/as y especialistas en salud y transporte, incluyendo bibliotecarixs, archivistas y museólogxs.
Defender el derecho al trabajo es defender la posibilidad de contribuir al desarrollo de nuestras comunidades y garantizar el acceso a servicios fundamentales. Al atacar estos espacios, se vulneran no solo nuestras fuentes de empleo, sino también los valores primarios de solidaridad, memoria y comunidad que sustentan a nuestra sociedad. Por eso, reafirmamos nuestro compromiso con la defensa activa de las Bibliotecas, Museos y Archivos, ya sean nacionales o locales, en favor de la libre circulación de ideas y el resguardo de espacios sensibles de encuentro humano.
