La creación de los primeros cargos de bibliotecario de Educación Especial en la provincia de Buenos Aires durante 2023 marca un hito significativo en el ámbito educativo y SiTBA analizó críticamente esta creación. Virginia Garelik, quien accedió a uno de estos puestos en marzo, comparte su experiencia personal y profesional trabajando con estudiantes con discapacidad intelectual. A través de su relato, destaca tanto los logros alcanzados en el fomento de la lectura y la escritura, como los desafíos que enfrenta al intentar definir su rol en un contexto donde aún prevalece el desconocimiento. Garelik subraya la importancia de defender el espacio de la biblioteca y la necesidad de contar con recursos y apoyo adecuados para optimizar el impacto educativo.

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No sé si todos saben que en octubre-noviembre del año 2023 se crearon los primeros cargos de bibliotecario de Educación Especial [en la provincia de Buenos Aires]. Hay uno solo por región. En general se crearon con horario alternado.
Yo accedí a mi cargo en marzo. Es provisional, no sabemos si saldrá a titularización a fin de año porque para que se titularice se necesitan al menos 2 cargos iguales.
Trabajar con alumnos especiales (en mi caso discapacidad intelectual) en lo personal ha significado un crecimiento humano que me marcó. Me reconozco más sensible, más paciente, más creativa. Hay grupos con los que se avanza mucho, hemos leído numerosos cuentos y trabajado en procesos de lectura y escritura. Con otros grupos podés sentirte contenta con pasitos muy pequeños, como por ejemplo que se queden un rato en la biblio, que hojeen un librito, que detengan la mirada en alguna ilustración.
En cuanto a la organización de la biblioteca y las actividades, todavía hay mucho desconocimiento acerca de cuál es nuestra función. Se me pide la hora semanal de cuento para cada curso al igual que en primaria. Me piden que cuide a los niños en recreos, en el comedor, y que cubra horas libres cuando faltan las maestras.
Yo intento defender mi profesión, y voy explicando mi rol de a poco, con las normativas en mano, pero siempre utilizando mi premisa de no confrontar para mantener el buen clima laboral. Hasta ahora pude sostener 2 horas semanales sin alumnos para poder hacer procesos técnicos y mantener el orden en la biblioteca.
Me ha tocado organizar la jornada de bibliotecas abiertas, “leer en comunidad”, con muy buena aceptación por parte de la comunidad educativa.
Como búsqueda de ampliar las propuestas desde la biblioteca organicé una salida educativa al Museo de la Antártida. Junto con dos maestras trabajamos los contenidos previos para que ese día resultase enriquecedor, y ciertamente lo fue.
¿Qué se puede mejorar? Deberíamos tener una reunión anual con todos los integrantes del cuerpo docente en la que, con normativa en mano, expliquemos cuál es nuestro rol, esto no va a evitar que se produzcan situaciones incómodas en el transcurso del año escolar, pero al menos se va sabiendo más sobre un rol que es nuevo para todos [en esta modalidad]*. Tener más acceso a libros y editoriales con temáticas acordes a la discapacidad es una necesidad que he podido detectar.
Para finalizar, creo firmemente que hay que defender cada uno de los espacios laborales que se van logrando por medio de la lucha y la acción, juntarnos entre pares, debatir, darnos ideas, o simplemente compartir experiencias.
Lic. Virginia Garelik
Bibliotecaria de escuela especial
*Nota de la edición: La dirección conoce la normativa y el rol del cargo bibliotecario ya que la estudian para rendir el acceso al cargo.